La bicicleta, la Salud y el planeta

El profundo interés de los tres últimos decenios por la idea de la sostenibilidad es un reflejo de la creciente conciencia social de que cada vez más las actividades humanas causan importantes repercusiones ambientales. A pesar de todas las soluciones tecnológicas destinadas a reducir el impacto negativo del transporte en la calidad del medioambiente urbano, como los automóviles eléctricos o eficientes, en general no parecen reducir los problemas lo suficiente como para hacer de su uso una práctica que asegure la sostenibilidad del planeta y de las ciudades. El objetivo es promocionar el uso de bicicletas y otros modos suaves de movilidad en las zonas urbanas, reducir la congestión del tráfico y de los automóviles y sugerir que se dé prioridad a los modos de transporte menos contaminantes.

España y Portugal se han comprometido con el Acuerdo de París (2015), de fomentar una reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo es lograr la neutralidad carbónica hasta el 2050.

La promoción del uso de la bicicleta como sustituto del automóvil es una forma de combatir la inactividad física, uno de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, y problemas como la obesidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, siempre que sea posible, y en el momento de pandemia que se vive, debe ser considerada la posibilidad de ir en bicicleta o a pie, ya que estos medios de desplazamiento permiten el distanciamiento físico, al mismo tiempo que contribuyen para la actividad física diaria, contrarrestando el agravamiento del sedentarismo asociado al confinamiento, al aumento del uso del teletrabajo y al acceso limitado al deporte u otras actividades recreativas.

Palabras clave:

– Medioambiente

– Clima

– Contaminación sonora, atmosférica y gestión de residuos

– Sostenibilidad

– Movilidad suave

– Energía

– Neutralidad de carbono

– Calidad del aire

– Salud física y mental

– Impactos Covid